Pardela balear o virot – Puffinus mauretanicus

Foto Pep Arcos

La pardela Balear es actualmente el ave más amenazada de Europa. Esta especie cría únicamente en las Islas Baleares y se encuentra actualmente en peligro crítico de extinción. Es una gran buceadora y tiende a asociarse a especies como delfines o atunes para pescar. La especie sólo se acerca a tierra para criar, del mes de mayo al mes de junio, y lo hace en islotes o cuevas. Pone un solo huevo y una vez terminada la temporada de cría migra hacia el Atlántico, al norte de Marruecos, oeste de la península ibérica y noroeste de Francia. La población menorquina merece una especial atención, ya que las aves de estas colonias muestran caracteres mezclados entre los típicos de la especie y aquellos de la especie hermana, la pardela mediterránea Puffinus yelkouan. Esto es debido seguramente a un contacto secundario entre las dos especies. Estas diferencias son tanto morfológicas como de patrones migratorios o de fenología. Como todos los procelariformes, la especie es especialmente vulnerable a la depredación en tierra durante la cría (carnívoros o ratas).

Esta especie se alimenta de pequeños peces pelágicos y también aprovecha los descartes pesqueros. El hecho de asociarse a los barcos de pesca y que sean animales muy gregarios, los hace particularmente susceptibles a la captura accidental en artes de pesca, principalmente en palangres. Aunque actualmente se dispone de poca información, la especie podría verse también afectada por la contaminación, así como por la ingesta de plásticos.

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Pardela cenicienta – Calonectris diomedea

Foto Pep Arcos

Esta es una especie de larga vida, buceadora y muy pelágica. Como las otras especies de pardelas y petreles, los individuos sólo tocan tierra durante la época de cría (mayo-septiembre) y solo para incubar el huevo y alimentar al pollo. Ponen un solo huevo. Después del periodo de cría las pardelas realizan largas migraciones a las zonas de invernada, y pueden cruzar hasta 4 veces el Atlántico durante el invierno, de Brasil hasta las costas de Senegal o Namibia. Si bien es una especie muy filopátrica y año tras año vuelve a la misma colonia y casi siempre al mismo nido a criar, se ha visto que puede haber una cierta dispersión entre colonias. Esta pardela se alimenta principalmente de pequeños peces pelágicos, crustáceos y cefalópodos. También utiliza los descartes pesqueros para alimentarse, y se ve actualmente muy afectada por las capturas accidentales en artes de pesca, principalmente en palangres. Otras amenazas para la especie pueden ser la contaminación y degradación del hábitat, tanto del hábitat de cría como del mar.

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Gaviota de Audouin – Larus audouinii

Foto Pep Arcos

Hace 25 años, esta gaviota era la gaviota más amenazada del planeta. La protección de una zona de cría en el Delta del Ebro, que además se ubicaba en una zona con una gran abundancia de comida, hizo que esta colonia creciera muy rápidamente. Si bien actualmente la especie ya no se encuentra tan amenazada y es mucho más habitual ver gaviotas de Audouin, la presencia de depredadores, la captura accidental en artes de pesca y la falta de lugares de cría, entre otros, han hecho que la especie esté actualmente de nuevo en regresión.

La especie se alimenta de pequeños peces pelágicos que pesca activamente, si bien es también una gran consumidora de descartes pesqueros. Los animales ocupan las colonias de cría en el mes de abril y hacen puestas de 1 a 4 huevos, ocasionalmente 5, siendo estas normalmente de 3 huevos. Una vez terminada la temporada de cría, hacia el mes de julio, los animales migran normalmente hacia las costas de Senegal y Gambia. La especie ha cambiado recientemente de hábitos, haciéndose más confiada con los humanos y ocupando nuevos lugares de cría, como los puertos de grandes ciudades, tales como Barcelona, Tarragona o Castellón. La especie se ve afectada tanto por la captura accidental en la pesca de palangre y en anzuelos de pesca deportiva, como por la pérdida de lugares adecuados para la cría.

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Gaviota patiamarilla – Larus  michahellis

Foto Pep Arcos

Es una gaviota de gran tamaño con patas y pico de color amarillo. Se distribuye desde el oeste del mar Negro hasta la cuenca del Mediterráneo, la Península Ibérica, el norte de África y Macaronesia. Recientemente también ha ido colonizando las costas atlánticas de Francia, el Canal de La Mancha y Europa central. Es una de las gaviotas más abundantes del mediterráneo y debido a su gran capacidad de adaptación, tanto en cuanto a dieta, como al hábitat, es actualmente una especie muy común y en expansión, tanto en el litoral como en el interior.

Si bien sufre de las mismas amenazas que muchas de las otras aves marinas, como captura accidental en artes de pesca, sobrexplotación de los recursos pesqueros o degradación del hábitat, esta adaptabilidad que comentábamos, hace que actualmente no requiera de ninguna medida para su conservación, al contrario, su abundancia y su comportamiento más agresivo, típico de los grandes depredadores, hace que en algunas localidades se tomen medidas de gestión para controlar sus poblaciones.

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Cormorán moñudo – Phalacrocorax aristotelis

Foto Carles Tobella

Esta ave marina la encontramos en los tramos rocosos más inaccesibles de la costa y al ser una ave principalmente sedentaria, la podemos observar durante todo el año en el Mediterráneo occidental. En el mar, usan sus robustas patas palmeadas para propulsarse, lo que los convierte en grandes buceadores, incluso a gran profundidad. Cría en pleno invierno y pone puestas normalmente de tres huevos. Se alimenta principalmente de peces bentónicos pero puede ocasionalmente utilizar los descartes pesqueros. Es una de las aves marinas que ha experimentado una mayor regresión en España en los últimos años, debido al impacto de la sobrepesca sobre algunas especies de su dieta. También se ve afectada por la contaminación y las embarcaciones de recreo. Al ser costeros, son propensos a caer en redes fijas cercanas a la costa, como el trasmallo o las morunas.

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Alca común – Alca torda

Foto http://www.freenatureimages.eu

El Alca es una ave marina más bien grande, con una delgada línea blanca que se extiende desde los ojos hasta el final del pico y una cola puntiaguda. Durante la temporada no reproductiva, la garganta y la parte trasera de los ojos se vuelven blancas, y la línea blanca en la cara se vuelve menos evidente.​ Las hembras pone un solo huevo en mayo-junio, y este es incubado por ambos padres.

La mayor parte de la población reproductora se encuentra en Islandia. A pesar de no reproducirse en el litoral español, el alca común resulta el álcido más frecuente en nuestro país a lo largo de la invernada, y de octubre a marzo se observan jóvenes e inmaduros en las costas atlánticas y mediterráneas.
Esta especie vuela muy cerca de la superficie del mar, propulsado por rápidos batidos de ala, a menudo en pequeños grupos que se desplazan en fila. Se alimenta principalmente de peces que detecta primero introduciendo la cabeza bajo el agua y captura a continuación sumergiéndose llegando a gran velocidad. También puede alimentarse de invertebrados.

Los principales problemas para la conservación de la especie son la contaminación por hidrocarburos, la sobrepesca en los caladeros que frecuenta y la captura accidental en redes de pesca.

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