Tortuga boba – Caretta caretta

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Esta es la especie más común de las tortugas marinas en el Mediterráneo y nidifica principalmente en las playas de Grecia, Turquía y Libia. Sin embargo, un parte importante de los ejemplares presentes en aguas catalanas provienen de las playas de nidificación de Florida (Estados Unidos de América). Los últimos años se han detectado algunas puestas de esta especie también en las costas catalanas y otras playas de la orilla norte del Mediterráneo occidental ibérico. Sin embargo, no parece que haya existido nunca una nidificación intensa en el litoral catalán. La temporada de cría comienza a finales de mayo y termina a principios de septiembre, y durante este periodo una tortuga puede hacer de una a tres puestas. Utilizando sus aletas posteriores, hacen sus nidos aproximadamente a 40 centímetros de profundidad en las playas de arena. Cada nido puede tener hasta 120 huevos y la incubación dura unos 60 días. Como en todas las tortugas, el sexo de las crías viene determinado por la temperatura del nido: de aquellas temperaturas más calientes resultan más hembras, y de las temperaturas frías más machos. Actualmente, las playas catalanas producen básicamente machos. La especie se alimenta de medusas durante su fase oceánica juvenil y de invertebrados del fondo marino a partir de los 50 cm de largo.
Debido al desarrollo turístico y la urbanización del litoral, hay una falta de lugares adecuados de nidificación para la especie y algunos de los que hay se ven amenazados. El cambio climático, puede afectar a la viabilidad de la reproducción en las playas del Mediterráneo oriental, pero mejorarlas en el Mediterráneo occidental. Las poblaciones del Mediterráneo y de Norteamérica están catalogadas por la UICN como de preocupación menor, aunque dependientes de conservación.

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Tortuga verde – Chelonia mydas

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La tortuga verde se encuentra principalmente en aguas tropicales y en menor medida subtropicales de todo el planeta. En el Mediterráneo cría en la vertiente más oriental y ocupa los sectores más cálidos del Mediterráneo. Las tortugas verdes que transitan por el Mediterráneo occidental son jóvenes provenientes del Atlántico y no del Mediterráneo oriental. En la etapa juvenil son oceánicas y carnívoras. Al alcanzar los 30-50 cm se vuelven bentónicas y cambian de alimentación, primero omnívoras y después herbívoras, aunque pueden capturar ocasionalmente algún invertebrado. Debido a esta dieta es la tortuga marina con un índice de crecimiento más lento. Actualmente está catalogada como amenazada por la IUCN, aunque muchas poblaciones se están incrementando. Las principales amenazas para la especie son la explotación de los huevos y la captura de adultos por parte de los humanos, la captura accidental en artes de pesca y la pérdida de puestos adecuados para la cría.

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